La Odisea de comprar Condones...

La verdad es que nunca me lo había planteado… Y por unas cosas o por otras(los que me conocéis, lo sabeis) nunca había tenido que entrar en un farmacia para comprar condones. Pero todo tiene que suceder por primera vez, y me dirigí a la farmacia que está en Ópera. Más que nada por que había salido del trabajo y me quedaba a mano.  El caso es que siempre había leído y oído a la gente que daba mucho corte entrar a una farmacia a preguntar por condones. Siempre me pareció una chorrada, quiero decir, es mejor que sepan que los usas… ¿No? El caso es que entré en la farmacia toda decidida y vi un estante muy mono con infinidad de cajas de profilácticos de varios tamaños, colores y sabores. Yo decía. “es fácil” pero de repente, como si no pudiese controlar a mis piernas, me dirigí hacia el fondo de la farmacia.  Como no quería parecer Gilipollas, decidí que tenía que comprar algo más, por lo menos algo de la zona a la que me había dirigido, así que cogí un potito. Si, lo se, podía haber cogido unas juanolas, unas tiritas… Pero no, elegí un potito. Así soy yo. Condones 1. Aku 0.
    Cuando cogí el potito me dirigí de nuevo al están de los  preservativos, y vi un montón de precios y luces de color. Teniendo en cuenta lo difícil que me es escoger siempre, y que la dependienta no paraba de mirarme, cogí los primeros que tenía delante y me fui hacia la caja. Condones 2. Aku 0.
Una vez allí, cuando la cajera estaba a punto de ticar los profilácticos, la interrumpí, no se por que(mi subconciente), pero quería que no se quedase con que habia ido a comprar condones, así que le pedí un par de  cosas más.
    Llegué a la conclusión de que  un farmacéutico puede llegar a dominar al mundo,  tiene que ser como el Jorge Javier Vázquez de la medicina: Tiene que saberse la vida sexual de todo el vecindario. Unos cabrones los farmacéuticos estos…
    Por cierto, la coña me salió por 54 euros, que aún me duelen en el corazón. Y aún encima lo que cogí… No me valía.
En fin: Condones 4. Aku. 0.

Qué vida más perra.

...Yo antes no era así.

(...) Y no te acuerdas de el último segundo en el que quisiste a esa persona. Ahora sólo sientes ira, odio... Y hasta celos de todo lo que hace, de todo lo que consigue. Y no quieres verla feliz, por que deberías ser tú quien viviese esos momentos.
Tus ojos, empañados, sólo pueden ver una distorsionada realidad en la que tú siempres sales perdiendo, y ella gana. Y te sientes pequeña, por que es lo único que puedes sentir en ese momento. Pequeña y triste, ciega, impotente ante una realidad que llegará temprano y en la que no te quieres zambullir, por que sabes que te llevará hasta lo más profundo, y quizás tú no puedas nadar a contracorriente y te quedes allí para siempre. Fría y sola... Esperando que alguien se sumerja y te rescate.

Y sabes que eso no pasará, por que no eres tan importante. Y de algún modo deseas quedarte allí para no tener ese tipo de sentimientos hacia una persona que quizás lo ha pasado peor que tú, pero tú sólo deseas verte en su piel. Tus celos sólo te dejan odiarla, y no pensar en lo que tu corazón dice. Y por eso deseas quedarte, por que piensas que de esa manera no podrás hacer daño con tus palabras y pensamientos una vez más.

Por eso sientes impotencia. Por que el futuro no es más que un remolino que te arrastra sin que puedas evitarlo. Siempre haciendo lo mismo y nunca escalando, siempre cayendo al vacío.

Por eso quieres quedarte allí, quedarte y que nadie te encuentre. Para que todo termine rápido. Para que nadie se acuerde de tu fracaso.

La historia de la Longaniza que (Casi)mata a Aku Caracoles

Por que así de triste es. Ni un camión, ni un meteorito al estrellarse contra la tierra(que es, sin duda, la muerte más original que podría tener, pero de eso ya hablaré en otro post), ni un perro con la rabia. Una longaniza señores, una longaniza casi me mata.
 La verdad es que ahora no tiene tanta gracia, pero en su día pasamos 1 semana o más riéndonos. Más bien mis amigos se pasaron ese tiempo riéndose de mi. Yo me escondía para que no vieran mi cara más roja que el culo de un gay americano en una hardcore party.
Estábamos Fulanito, Menganita y yo(no es que no me acuerde de sus nombres, es que a una no la quiero nombrar y al otro hace mogollón que no lo veo y no se si le hará gracia que ande contando cosas con él de por medio)
Total, fuimos al Consum(por que antes se llamaba Consum y hacer chistes sobre la marca molaba más que hacerlos sobre Eroski) a comprar algo y había una casilla llena de Longanizas. Fulanito compró una bandeja de ellas. Cuando fuimos a merendar, empezamos a divagar sobre la triste vida de una longaniza. y, mientras yo me imagina que una longaniza salía del cartón u pegaba a Fulanito, este sacó una de su emboltorio. Yo estaba bebiendo cocacola en ese momento, y mi amigo no sé que coño hizo, que hizo el amago de "me la meto en la nariz" o algo así, yo la miré y me la imaginé con brazos gritando "nooooooooooooooooooo socorrooooooooooo" y me atraganté. Me quedé sin aire. Escupí toda la cocacola, encharqué a Fulano y Mengana y...¡¡Sobreviví!! pero estuve una hora de reloj partiéndome el ojete.(bueno, estuvimos)
la puta longaniza casi me mata de un ataque de risa...

¿Veis? Así No tiene gracia ninguna.

...Pero sé hacer nudos de rabos de cerezas con la lengua.

Sí, si... Muy "guay" parecía eso de irse a vivir con un compi de piso que fuese Gay: Por un lado no tendrías que competir por quién va más guapo a una fiesta, por que ese tipo de competiciones sólo las hacemos las tías, que somos unas envidiosas. Por otro lado, al ser un chico que no está interesado en las chicas, sabes que no te van a estar mirando al escote cada vez que salgas de la ducha. Dos puntos a su favor que fueron casi determinantes-junto a que también me caía bien- a la hora de decir que me iría a vivir con él.
Todo Perfecto. Lo peor fue a llegar a casa y descubir que tiene más cremas faciales, potingues y productos de belleza de los que has tenido en tu vida. Ahí ya empiezas a pensar que toda la feminidad que creías que tenías, no es tal, y te planteas si alguna vez en tu vida pasada habías sido un camionero de la M30 llamado Manolo.
Pero van pasando los días y te vas acostumbrando y te olvidas de ello.
   El primer día que vas de compras con él, es el día en el que de verdad te planteas si eres de otro planeta, o si tienes un micropene escondido por alguna parte que no habías visto...

Es lo que me pasó a mi: Aku Caracoles y su compi de piso de compras por Chueca.
Si, podéis imaginaros el panorama. Los dos de compras, mirando tiendas y modelos. Por un momento pensé que se me había quedado la líbido en casa: A cada chulazo mi compañero decía algo... Yo sin embargo pasaba del tema y me iba más a mirar las cosas frikis.  Pero lo peor es sentirte el "hombre" cuando él empieza a probarse la ropa y mirar qué camiseta (básica) combina mejor con unos vaqueros. ¿Es que no se ha dado cuenta?¡¡Es un vaquero!! ¡¡COMBINA CON TODO!!
En cuanto pensé eso, a mi mente vino la imagen de mi misma teniendo pene, bebiendo cerveza y arando la tierra, mientras una preciosa mujercilla cocina para mi en la cocina(Notas de Aku: No, POR MÁS QUE LEAIS ESTO, NO SOY LESBI)

Aunque lo peor fue pasar por una calle y que todos lo varones de ella ¡¡SE QUEDASEN MIRANDO PARA MI COMPI!! Claro, te dan ganas de sacarte las tetas para que vean que las tienes, pero dos segundos después te das cuenta de que no te servirá de nada.

Así que resultado final: Despresión de caballo: No se elegir ropa, no se ligar, No se usar cremas, No tengo ni idea de moda...,Pero ¡¡¡EH!!! sé hacer nudos con los rabos de las cerezas con la lengua.